Bautista conquista un podio que vale un año
Lo que cambia la vida de una carrera a otra. Álvaro Bautista ha
pasado de ser puesto en entredicho por algunos y de casi haber perdido
su plaza sobre una MotoGP en 2013 por presiones políticas a lograr un
podio, el primero en la clase reina, ser alabado por su pelea, y poder
haber asegurado su renovación con Honda Gresini.
Sin embargo, la base del talaverano está en su fe en sus posibilidades y en su voluntad de trabajo. Se embarcó en hacer funcionar una Honda satélite con unas suspensiones distintas que le producen hopping (rebote de las ruedas) y no ha parado hasta minimizarlo. Lo ha logrado y los resultados empiezan a llegar.
"He conseguido el objetivo de la temporada. No puede ser que antes de
esta carrera no valía nada y ahora sí que valga. Por desgracia, el
deporte es así. Hay alguna gente que me ha infravalorado", reconocía el
de Talavera.
Si el fondo, un tercer puesto, es importante, la forma lo fue aún más. Llegó remontando, pasó a pilotos oficiales de Yamaha y satélites de Honda para acabar defendiéndose sobre la línea de Dovizioso.
"El podio sabe fenomenal. Siempre saben bien, pero si encima hace tres años que no subes a uno, es el primero en MotoGP y es un fin de semana especial por todo el tema de Simoncelli, pues sabe todavía mucho mejor. Encima he ganado de tú a tú a un italiano. No sabe como una victoria de 250 o 125cc, pero poco le queda", expuso.
El manchego tiene algo de resquemor porque últimamente parecía que se estaba rifando su lugar en un equipo al que ha llegado este año. Su pasaporte tampoco ayuda, por lo que le podían urgir más los resultados. «Fausto me ha dicho que esté tranquilo. En efecto, Spies, Redding o Iannone han ido a hablar con él, pero no les puede decir que no. Tienes que escuchar a todo el mundo», dijo Álvaro.
Cuestiones políticas
"Es como si a mí me viene Ducati y me dice que me quiere hacer una oferta. No les puedo decir que no, tengo que escucharles. Si de cuatro Honda, tres van a ser para españoles, a lo mejor le habría venido mejor que fuera un americano. Ahora hay mucha política. Más que antes", admitió el español.
Sin embargo, la base del talaverano está en su fe en sus posibilidades y en su voluntad de trabajo. Se embarcó en hacer funcionar una Honda satélite con unas suspensiones distintas que le producen hopping (rebote de las ruedas) y no ha parado hasta minimizarlo. Lo ha logrado y los resultados empiezan a llegar.
"He conseguido el objetivo de la temporada. No puede ser que antes de
esta carrera no valía nada y ahora sí que valga. Por desgracia, el
deporte es así. Hay alguna gente que me ha infravalorado", reconocía el
de Talavera.Si el fondo, un tercer puesto, es importante, la forma lo fue aún más. Llegó remontando, pasó a pilotos oficiales de Yamaha y satélites de Honda para acabar defendiéndose sobre la línea de Dovizioso.
"El podio sabe fenomenal. Siempre saben bien, pero si encima hace tres años que no subes a uno, es el primero en MotoGP y es un fin de semana especial por todo el tema de Simoncelli, pues sabe todavía mucho mejor. Encima he ganado de tú a tú a un italiano. No sabe como una victoria de 250 o 125cc, pero poco le queda", expuso.
El manchego tiene algo de resquemor porque últimamente parecía que se estaba rifando su lugar en un equipo al que ha llegado este año. Su pasaporte tampoco ayuda, por lo que le podían urgir más los resultados. «Fausto me ha dicho que esté tranquilo. En efecto, Spies, Redding o Iannone han ido a hablar con él, pero no les puede decir que no. Tienes que escuchar a todo el mundo», dijo Álvaro.
Cuestiones políticas
"Es como si a mí me viene Ducati y me dice que me quiere hacer una oferta. No les puedo decir que no, tengo que escucharles. Si de cuatro Honda, tres van a ser para españoles, a lo mejor le habría venido mejor que fuera un americano. Ahora hay mucha política. Más que antes", admitió el español.
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